Las ampollas son una complicación común de las quemaduras y pueden dificultar el proceso de curación. Por lo tanto, si uno experimenta una quemadura de primer o segundo grado, es importante comprender lo que hay que hacer si la ampolla aparece. En este artículo, abordaremos la prevención y tratamiento de ampollas, así como los pasos a seguir si aparece una en la zona de la quemadura.
1. ¿Qué son las ampollas resultantes de quemaduras?
Las ampollas resultantes de quemaduras son una condición de la piel que se produce al combinar el frío intenso o el calor con la piel durante varios segundos. Las ampollas pueden ser leves, como una erupción leve con un líquido dentro, o más profundas, como una burbuja con líquido dentro, hasta la destrucción de los tejidos, lo que provoca dolor, hinchazón y una inflamación de la zona, que puede llegar a convertirse en una cicatriz permanente.
Tipos de Quemaduras
Las quemaduras se clasifican en tres grupos, según su intensidad: las quemaduras de primer grado, las quemaduras de segundo grado y las quemaduras de tercer grado.
- Quemaduras de primer grado: Pueden estar limitadas o extenderse por un área pequeña. Estas quemaduras suelen surgir después de una exposición corta al sol o al calor. Provocan hinchazón, enrojecimiento y sensación de ardor.
- Quemaduras de segundo grado: Estas quemaduras provocan daños en la capa superior (epidermis) y la capa inferior (levadura). Pueden manifestarse como ampollas. Áreas de mayor intensidad pueden tener formación de costra y pueden presentar dolor severo.
- Quemaduras de tercer grado: Estas quemaduras afectan profundamente tanto la epidermis como la levadura, causando profundos daños en la piel. La piel puede permanecer intacta o con desprendimientos. Estas quemaduras pueden presentar parches blancos, fascia, marrones o negro. Pueden presentar dolor intenso o adormecimiento.
Tratamiento de las Ampollas
El tratamiento para las ampollas implica darle descanso a la zona lesionada y mantenerla limpia para que la sanación sea la adecuada. Se deben seguir los siguientes pasos:
- Mantener la zona afectada limpia, en la medida de lo posible.
- Cubrir la ampolla con una venda, para proteger la zona sanada de infecciones.
- Se recomienda la aplicación con el líquido penadona, para inhibir el dolor y estimular la cicatrización.
- Aplicar pomadas cicatrizante
- Consultar al médico si la lesión es producida por calor u objetos de metal y en caso de duda con respecto a la infección.
Por lo tanto, las ampollas resultantes de quemaduras son una condición de la piel provocada por el exceso de exposición al calor o frío durante más de unos segundos, el tratamiento va desde mantener limpia la zona afectada hasta la laceración. Para un tratamiento adecuado, se recomienda visitar al médico.
2. ¿Cómo prevenir el desarrollo de ampollas en áreas quemadas?
Realizar limpieza con agua y jabón. Para mantener los áreas quemadas limpias, debe usar agua tibia y un jabón suave para ayudar a desinfectar la piel. Lave la piel suavemente con el jabón para evitar molestias innecesarias. Una vez que la piel se haya secado, aplique una crema suave, sin perfume, para mantener la zona suave e hidratada.
Utilizar mangas protectoras. Para evitar más irritación en áreas quemadas, es recomendable el uso de las mangas protectoras especiales para quemaduras solares. Se utilizan para evitar roces y evitar la infección.
Utilizar vendas antimicrobianas. Estas vendas especiales tienen una función antimicrobiana y no pueden usarse más de cinco días. Deben reemplazarse con una frecuencia de al menos dos o tres veces al día para evitar la formación de ampollas.
Adopta una postura de cuidado de la piel. Asegúrese de que la piel no esté sobrecargada y no utilice productos muy ásperos de cuidado de la piel. Tenga cuidado al pasar por áreas quemadas y mantenga los alimentos y la ropa limpios. Manténgase hidratado y consuma alimentos ricos en antioxidantes para ayudar a la recuperación. Si nota algún cambio en su piel, consulte a un médico.
3. ¿Cómo tratar las ampollas que han aparecido?
Después de aparecer en la piel, las ampollas son una fuente de gran incomodidad para quienes las sufren. Sin embargo, hay varios tratamientos que podrás seguir para tratarlas. A continuación, una guía para saber qué hacer.
Fase 1: Apóyate con tratamientos y medicamentos para el dolor. Existen varios medicamentos para el dolor que pueden ayudar a reducir la incomodidad que causan las ampollas.
- Los calmantes para el dolor, como el ibuprofeno, el paracetamol o los antinflamatorios, proporcionan un alivio temporal.
- Los medicamentos de venta libre para el dolor como los ungüentos tópicos pueden ayudar a reducir la incomodidad.
Fase 2: Enfriar la piel con hielo. El frío disminuye el dolor y la inflamación. Para conseguir los mejores resultados, envuélvele hielo en un paño higiénico y colócalo sobre la ampolla durante treinta minutos al día. El hielo ayudará a sanar la ampolla más rápido y evitarás males mayores.
Fase 3: Usa una crema cicatrizante para que las ampollas sanen pronto. Existen diversas cremas cicatrizantes que pueden ayudar a que la ampolla se recupere por completo sin dejar cicatrices. Es importante asegurarte de que la crema se aplique correctamente para prevenir infecciones.
- Lava la ampolla con agua tibia y jabón antes de aplicar la crema cicatrizante.
- Aplica la crema sobre la ampolla dos veces al día para que los resultados sean los mejores.
- Asegúrate de que toda la crema que has aplicado se absorba antes de ponerte ropa.
Fase 4: No toques la ampolla. No existe ningún medicamento o tratamiento que pueda curar las ampollas, por lo que es importante que evites pellizcarlas, pincharlas o cortarlas. Si hay demasiada incomodidad, puedes usar un pedazo de algodón y una gasa para cubrirlas.
4. ¿Cómo proteger la herida quemada?
Después de que una persona sufre una quemadura, es importante que el área afectada de su piel esté protegida para ayudarla a curarse adecuadamente. Por las características propias de la propia piel dañada, las heridas quemadas pueden ser vulnerables a infecciones, por lo que se deben asegurar las condiciones ideales para la recuperación.
Lo primero que debemos hacer es limpiar la herida: al limpiar la herida, lavaremos la zona con agua fría, para eliminar la suciedad e incluso el moco que se haya acumulado, y evitaremos el riesgo de infección. Después de limpiar la zona, séquela bien con toallas limpias o dejaremos que se seque por si mismo.
Aplicación de ungüento: una vez se ha proporcionado el cuidado adecuado, es el momento de aplicar ungüento. Esto se debe hacer con cuidado para no dañar la zona afectada. Solo se debe usar una pequeña cantidad de ungüento, aplicado suavemente con un cepillo de dientes limpio o toallas suaves.
Venda adecuada: la última etapa en el proceso de protección de la herida quemada es asegurar un vendaje adecuado. La venda debe usarse de manera adecuada en toda la zona afectada. La venda debe estar bien sujeta para evitar posibles complicaciones, pero no se debe poner demasiado apretada, para no restringir el flujo sanguíneo.
Asegutarse de controlar la herida: durante el proceso de curación, siempre es importante estar atentos para detectar cualquier signo de infección. Si hay alguna señal de enrojecimiento, hinchazón o sangrado, es importante que un profesional médico considere algunas pruebas y el tratamiento adecuado.
5. ¿Qué factores contribuyen a la aparición de ampollas?
1. Factores Externos:
Los factores externos más comunes relacionados con las ampollas son: temperatura, presión, fricción y roce.
La exposición prolongada a este tipo de ambientes puede causar irritación e inflamación de la piel, lo que resulta en ampollas. Los zapatos con mejoras mal ajustados, la ropa ajustada, la exposición al sol directo por muchas horas, la exposición al calor o el frío intenso son ejemplos clásicos de factores externos que conducen al desarrollo de ampollas.
2. Factores Internos:
Otro conjunto de factores que contribuyen a la formación de ampollas son los factores internos. Estos incluyen enfermedades, como la diabetes, enfermedades autoinmunes, como la enfermedad de Crohn, enfermedades cutáneas, como la dermatitis atópica, y el uso de medicamentos que pueden causar alergias o cambiar la composición de la piel.
3. Propensión Genética:
Algunas personas simplemente tienen una predisposición genética a desarrollar ampollas con mayor facilidad. Esto ocurre cuando la piel es más sensible a los factores externos y el sistema inmunológico del cuerpo se vuelve inestable, lo que resulta en la producción excesiva de líquido en la epidermis y puede llevar a la aparición de ampollas.
4. Detergentes y Agentes Limpiadores:
Finalmente, algunos detergentes y agentes limpiadores contienen químicos que pueden causar irritación de la piel, lo que también puede desencadenar la formación de ampollas. Al igual que con los factores externos, la exposición prolongada a estos agentes puede resultar en ampollas.
6. ¿Es seguro reventar las ampollas?
Reventar ampollas se ha convertido en una de las formas más comunes de deshacerse de ellas. Esta práctica se ha convertido en un tema común entre los usuarios de síndromes de alergias en la piel, ya que algunas alergias, como la dermatitis, pueden causar la formación de ampollas. La realidad es que reventar las ampollas no es seguro, con el riesgo de infección y a veces lesión permanente.
Las ampollas por lo general se deben dejar solas para dejarlas curar naturalmente sin más daño. Se dice que los líquidos alcalinos y ácidos pueden irritar o disolver las ampollas. Incluso la humedad excesiva puede provocar un empeoramiento de los síntomas cutáneos en algunas personas. Para evitar estos resultados, la mejor opción es elegir una forma limpia y segura para liberar el líquido contenido en la ampolla.
Para liberar el líquido sin riesgo en una ampolla, la primera medida es limpiar la zona con agua limpia y una solución suave con cloro para eliminar cualquier tipo de suciedad o bacterias. Es recomendable que se use una decadonada, pero también se puede usar una aguja de acupuntura para una comodidad adicional. Una vezterminado el proceso de limpieza, las ampollas pueden aplicar un pequeño dispositivo plástico conocido como despojador
Este aparato es una pequeña botella de plástico con un gancho en un extremo. Esta botella debe insertarse en la ampolla luego de la limpieza para poder succionar el líquido contenido en la ampolla. Una vez que el líquido de la ampolla está dentro de la botella, el gancho se mueve alrededor de la ampolla para asegurar que se libere correctamente el líquido. Una vez que esta botella se desconecte de la ampolla, la superficie de la ampolla debe volverse a limpiar con agua tibia y es importante aplicar una crema antibiótica.
7. ¿Qué medicamentos pueden ayudar con las ampollas?
Antes de hablar sobre los medicamentos que pueden ayudar con las ampollas, es importante resaltar la importancia de hablar con el profesional de la salud. El tratamiento más adecuado para las ampollas depende del origen de estas, por lo tanto, hablando con el especialista se puede descubrir qué medicamentos son los más recomendables para su caso.
Algunos tratamientos antifúngicos tópicos pueden ayudar a combatir este tipo de situaciones. Estos productos generalmente contienen clotrimazol, tolnaftato, terbinafina, miconazol o econazol, pudiendo aplicarse sobre la parte afectada y reducir el dolor o la comezón. Se les pueden encontrar en forma de polvos, cremas, aerosoles o enjuagues bucales.
Es importante recordar que siempre hay que seguir las instrucciones según sean dadas por el profesional de la salud, los medicamentos antifúngicos deben ser tomados bajo la supervisión del médico, esto con el fin de mitigar los efectos secundarios.
También hay otros medicamentos que alivian los síntomas y el dolor. Entre ellos, hay analgesicos como el acetaminofen para aliviar el dolor y descongestionantes como la pseudoefedrina para reducir el enrojecimiento. Se deben respetar los límites de dosificación.
8. ¿Qué complicaciones pueden resultar de las ampollas en la zona de la quemadura?
Una complicación que puede presentarse en la zona de la quemadura son las ampollas; estas se forman cuando una sección de la epidermis queda expuesta al calor, agua, productos químicos dañinos o la electricidad por un prolongado periodo de tiempo. Las ampollas son el resultado de una capa de líquido formado entre los dos capas de la piel.
Por lo general, las ampollas adquieren la forma de un saquito lleno de líquido. Estas no son solo dolorosas sino que también pueden suponer una amenaza para la salud si el líquido sale hacia el interior del cuerpo. Además, existe el riesgo de una infección que provoca el aumento de la temperatura, dolor, enrojecimiento alrededor de la zona, malestar general y flujo de pus.
Por esta razón, es crucial el tratamiento adecuado para evitar una infección o una complicación más grande. Lo primero que debe hacerse es cubrir la ampolla con una punta de algodón y prontamente una gasa para evitar que presione la zona afectada antes de tratarla. La remoción temprana y adecuada de los líquidos puede ayudar a endurecer la zona afectada y prevenir infecciones. En caso de que la ampolla se abra, debe lavarse la zona con agua y jabón para reducir el riesgo de infección.
Es importante que la zona afectada se mantenga limpia y se proteja del contacto con cualquier cosa ya sea caliente, bacteriano o químico. Para prevenir la infección, se recomienda aplicar un ungüento antibiótico en la zona afectada para prevenir infecciones y aliviar el dolor. Para mitigar el dolor intenso, se recomienda la aplicación de una compresa caliente.
En conclusión, la prevención es la mejor forma de evitar que una emplomadura se complique con la aparición de una ampolla. Usar una ropa adecuada, no sobrecalentarse y no exponerse excesivamente al sol son algunas de las cosas básicas que debemos tener en cuenta para evitar lesiones en las quemaduras. Si una ampolla aparece, no se debe abrir, sino aplicar compresas frías para aliviar el dolor e internar al paciente en un centro especializado. Sea cual sea la situación, es importante que conozcamos las medidas correctas para evitar o tratar las ampollas. De esta forma podremos evitar más complicaciones una vez empezado el tratamiento.