La mastitis es un problema que puede afectar a muchas madres que amamantan. Esta enfermedad puede resultar molesta e incluso dolorosa. Por suerte, existen algunas medidas simples que las madres pueden tomar para prevenir la mastitis y reducir el riesgo de sufrir de esta afección. En este artículo, abordaremos formas útiles de prevenir la mastitis durante la lactancia materna, desde cambios en la posición de amamantamiento hasta consejos sobre la higiene.
1. ¿Qué Es la Mastitis y Cómo Prevenirla Durante la Lactancia Materna?
La Mastitis y La Lactancia Materna
La mastitis es una inflamación o infección en los tejidos de los senos durante la lactancia materna. Puede desarrollarse en cualquiera de los senos, pero generalmente afecta sólo uno y es común durante los primeros 3 meses de lactancia. La mastitis se caracteriza por dolor, inflamación, hinchazón y calor en el seno, así como malestar general, temperatura corporal elevada y escalofríos.
Lactantes y madres de niños pequeños pueden prevenir la mastitis mediante el uso de técnicas de amamantamiento eficaces para extraer leche. Esto permite que el suministro de leche se ajuste a las necesidades del bebé. Estas incluyen el amamantamiento cada vez que el bebé lo necesite, girar o intercambiar los senos, empujar el almohadón debajo de la axila para dar sostén adicional al bebé y liberar la presión si el dolor es intenso.
Una mala succión puede obstruir los conductos, lo que no permite la salida adecuada de la leche. Esto puede provocar la acumulación de leche detrás de los conductos y el tejido de los senos, junto con un aumento de la presión y el dolor. En esta situación, el uso de sacaleches puede ayudar a a manejar el suministro de leche y se debe seguir de cerca la almohadilla para orientar la succión de la boca del bebé.
Además, las madres que amamantan deben recordar usar una buena técnica de higiene. Esto ayudará a reducir la inflamación y el dolor, al igual que reducir el riesgo de infección. Esto incluye: la limpieza de los senos con agua y jabón cada vez después de cada amamantamiento, el uso de ropa suelta para proporcionar el soporte adecuado de los senos, evitar sudores y presiones y aplicar compresas frías en los senos cuando el dolor y la inflamación aumenten.
2. Factores Que Aumentan el Riesgo de Mastitis Durante la Lactancia Materna
La mastitis es una condición inflamatoria común entre las mujeres lactantes y puede afectar el placer de la lactancia materna. Al identificar los , las madres son capaces de hacer cambios para minimizarlo. A continuación se presentan los factores que aumentan el riesgo:
1. Falta de extracto del pezón: Muchas madres tienen problemas para conseguir que su bebé se agarre al pecho de forma adecuada. Esto impide que los bebés succionen suficiente leche, lo que puede conducir a una congestión en los conductos de los senos.
2. Desajuste de la succión: Los bebés deben intercalar la succión con el masaje para aumentar la producción de leche. Si tienen problemas para encontrar la corriente correcta, esto puede afectar el flujo de leche y desencadenar la mastitis. Si tu bebé no está succionando correctamente, contacta con un experto para aprender más sobre la succión y el masaje.
3. Deshidratación: Las madres lactantes necesitan un suministro más alto de líquidos, como agua, para mantenerse hidratadas. Si hay un desequilibrio de líquidos en el cuerpo, las glándulas mamarias se pueden inflamar. Asegúrate de beber suficiente líquido para mantener una correcta hidratación.
4. Gripe u otras enfermedades: Los resfriados comunes, influenza, infecciones de la vejiga e incluso una fiebre alta pueden afectar los senos de forma significativa. Si tu bebé está enfermo, la leche desperdiciada aumenta el riesgo de bajo flujo óptimo para aumentar el riesgo de mastitis. Por eso, es importante mantenerlos seguros y lavarse bien las manos antes de tocar a tu bebé.
3. ¿Qué Se Puede Hacer Para Evitar el Desarrollo de Mastitis Durante la Lactancia?
1. Higiene y duchas adecuadas
La primera cosa a hacer para prevenir la mastitis durante la lactancia es mantener una buena higiene, desde prevenir la infección como también evitar la acumulación de líquidos en el pecho. Se recomienda tomar duchas regulares con la temperatura adecuada, usar jabones antibacterianos y enjuagar la zona con agua fría para activar la circulación. Además, es importante desinfectar la zona previa a la lactancia y usarlas duchas después de amamantar, también con agua fría para aumentar el flujo sanguíneo.
2. Usar sujetador y alimentar al bebé de ambos senos
Es importante usar ropa cómoda para amamantar, preferiblemente sujetador con abrojo, los cuales permiten una mayor libertad y prevenir el bloquageo de la leche. Durante la hora de alimentar al bebé, debe acudirse a los dos senos equitativamente para evitar la formación de bolsas de líquido en cualquiera de los lados.
3. Vaciar los pechos al finalizar la lactancia
Una vez finalizado el proceso de la lactancia, es recomendable masajear suavemente los senos para ayudar a vaciar la cantidad excesiva. El masaje puede realizarse desde la zona colgante de la mama, hasta la zona media y baja. Además, es importante apretar y ejercer presión suavemente para ayudar a que se desprendan los bolsillos de leche.
4. Aliviar el dolor con una tina de agua con sal
Para aliviar el dolor con el que se puede acompañar la mastitis, puede usarse una tina con agua templada y sal, lo cual ayudará a reducir la inflamación y el dolor. Esta recomendación también se extiende para la cura de los puntos angulosos de la mama. Además, para acompañar el tratamiento se recomienda aplicar compresas refrigerantes en la zona afectada.
4. Alivio de Síntomas para La Mastitis Durante la Lactancia Materna
Existen diversas opciones para aliviar los síntomas de la mastitis, una inflamación dolorosa bajo el tejido del seno, durante la lactancia materna. Entre ellas, está poner el biberón a tu bebé justo antes de amamantar, para reducir la presión en el seno y prevenir futuros episodios.
Enfriar el seno con un compresor frío: El frío ayuda a reducir la inflamación y aliviar el dolor al mismo tiempo. No utilizar hielo, sino, usar compresores fríos (también en forma de sobres o bolsas) para evitar daños en la piel. Deje esto puesto el tiempo suficiente para obtener alivio.
Utilizar masajes con los dedos luego de amamantar: Esto es una buena estrategia para aflojar los tejidos del seno y permitir un mejor flujo de la leche. Empiece desde el centro del pezón hacia afuera, con el fin de liberar los depósitos de leche.
Uso de fármacos para aliviar el dolor: En casos de mastitis severo, es recomendable el uso de analgésicos, tales como ibuprofeno. Obviamente, se deben tomar estas decisiones en acuerdo con el médico y solo si existe el aval de él.
Aumentar la producción de leche materna: La producción adecuada contribuye al efectivo vaciado del seno, por lo que se deben tomar medidas para facilitar esto. Se recomienda una alimentación adecuada a base de frutas y verduras, proteínas animales, carbohidratos y grasas saludables. La hidratación adecuada también es esencial para mantener el nivel metabólico.
5. La Importancia del Compromiso y el Descanso para Prevenir la Mastitis Durante la Lactancia Materna
Si la mujer está amamantando, es importante tener en cuenta que el compromiso y el descanso juegan un papel importante en la prevención de la mastitis. Es importante que una madre siga un horario consistente de amamantamiento para prevenir esta condición. Esto significa que debe amamantar a su bebé cada hora dentro de un rango de 3 a 4 horas. Estableciendo este horario, la madre le perite a su bebé recuperar la cantidad de leche necesaria, evitando así el riesgo de mastitis.
Además de seguir un horario de alimentación consistente, es importante que la madre descanse durante la lactancia. Un descanso adecuado puede ayudar a disminuir los síntomas de mastitis. Una madre puede tomar descansos regulares durante el proceso de lactancia para lograr una recuperación previa a la producción de leche. Debe hacer esto al menos una vez al día, aunque dos descansos son mejor. Esto ayudará a prevenir la fatiga y a reducir la posibilidad de desarrollar mastitis.
Adicionalmente, la madre debe tomar ciertas precauciones al amamantar para prevenir el embarazo de la leche. Estas medidas incluyen beber mucha agua, comer una dieta saludable, usar sujetadores apropiados y evitar los pezones irritados. Esto ayudará a mantener los pezones húmedos, suaves y saludables, evitando así la irritación y la sequedad.
Finalmente, es importante mantener una buena higiene personal y de los pezones para prevenir la mastitis. La madre debe lavar sus manos con moderación antes de tocar el pezón u otros áreas del bebé durante el amamantamiento. Los pezones deben lavarse con agua y jabón antes y después de cada amamantamiento para evitar la acumulación de líquidos. Además, los pezones se deben examinar cuidadosamente para detectar cualquier signo de infección. Esto ayudará a asegurar que la madre tiene una buena salud en general y evitará que contraiga mastitis.
6. La Hablita Cuidadosa con la Alimentación Materna Puede Prevenir la Mastitis
La alimentación materna es un momento importante para la interacción con el bebé. El acto de amamantar también está asociado con la reducción de enfermedades, especialmente infecciones. Una de ellas es la mastitis, una enfermedad bacteriana causada por la hinchazón de la glándula mamaria; es un trastorno muy común en la lactancia materna.
Para prevenir la mastitis durante el periodo de lactancia materna, la hablita cuidadosa con la alimentación materna es la clave. Para esto, es recomendable:
- Asegurarse de que el bebé se esté alimentando adecuadamente. Esto consiste en asegurarse de que esté tragando y succionando bien para conseguir suficiente leche como alimento.
- Asegurarse de que la boca esté correctamente posicionada en el pecho materno. Probablemente sea necesario ajustar la posición varias veces si es necesario.
- Para ayudar al bebé a alimentarse bien, usar una posición cómoda para ambos, que consiste en relajar el estómago, cuello y cintura del bebé y ponerlo en ángulo de 45 grados para asegurar la succión.
- Mantener el pecho limpio al mismo tiempo que protege la piel.
En caso de que el bebé esté teniendo dificultades para succionar la leche materna, buscar ayuda profesional es lo recomendable. Una saludable lactancia materna permite fortalecer la relación entre la madre y el bebé y prevenir trastornos como la mastitis de forma exitosa.
Es importante que todo el equipo médico y familiar estén al tanto de los resultados positivos del amamantamiento y considerar los problemas que se presenten durante el periodo de lactancia materna de forma oportuna, para garantizar el bienestar y salud de la madre y el bebé.
7. Estrategias Para Prevenir la Mastitis Durante la Lactancia Materna
Limpiar los senos antes de la lactancia. Usar agua tibia y jabón suave para limpiar los senos antes de cada sesión de lactancia. Luego secar completamente. Esto previene la acumulación de bacterias y elimina cualquier resto de aguas residuales después del baño.
Mantener el cuidado adecuado durante la lactancia. La posición correcta es clave para prevenir la mastitis. La madre debe sentirse cómoda y el bebé debe prenderse al pecho correctamente. Prenda al niño al seno y no al pezón para prevenir lesiones que permitan la entrada de bacterias. De igual manera, cambie de pecho a mitad de toma para permitir una correcta extracción de leche.
Usar productos especializados para la lactancia. Existen diferentes productos como sacaleches eléctricos, almohadillas de refrigeración, almohadillas calientes o compresas manuales. Estos productos, además de ayudar a una mejor extracción de leche, ayudan a drenar toda la leche en los senos de la madre manteniendo la salud de los mismos.
Disminuir el estrés y la fatiga. Dormir lo suficiente para mantenerse descansada es muy importante. Además, intentar relajarse durante las sesiones de lactancia. Esto ayudará a desahacerse del estrés, la fatiga y aumentar la producción de leche de manera natural.
8. El Apoyo Final para Prevenir la Mastitis Durante la Lactancia Materna
Cuando se trata de prevenir la mastitis durante la lactancia, los productos especiales para el cuidado de los senos son una buena opción. Estos productos ayudan a prevenir el desarrollo de la enfermedad y también mantienen el área de los senos y los conductos mamarios limpios e hidratados. Las europeas leche de burra, las lociones de caléndula y los aceites de hierbas son ricos en propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas. Algunos productos también contienen hierbas calmantes que ayudan a aliviar los síntomas. Se recomienda usar estos productos cada vez que la madre amamanta.
Otra forma de reducir el riesgo de mastitis durante la lactancia es asegurarse de que los senos estén vacíos entre las tomas. Esto significa que la madre debe vaciar sus senos tanto como sea posible antes de volver a alimentar al bebé. También es importante usar técnicas correctas de posicionamiento para garantizar que los conductos mamarios estén relajados y abiertos para permitir un flujo más rápido y fácil. Además, es importante descansar adecuadamente y beber líquidos para mantenerse hidratada.
Por último, para aliviar los síntomas de la mastitis, es importante mantener un enfoque positivo. La madre debe recordar que el amamantamiento es una experiencia satisfactoria para ambos, padres e hijos. El medio ambiente afectará directamente la producción de leche materna. Lo mejor es crear un entorno relajado, acogedor y confortable. Esto ayudará a la madre a concentrarse en la lactancia y a los bebés para un mejor comienzo.
Además, cuanto más feliz y relajado esté el bebé, mejor la producción de leche y menos probabilidades hay de desarrollar mastitis. Para lograr un ambiente tranquilo para el o la bebé, se recomienda usar música suave, conversación cercana y ofrecer masajes suaves. Usar compresas frías en las glándulas mamarias también ayudará a aliviar la inflamación y el dolor en la zona de los senos.
Esperamos que estos consejos ofrecidos sobre prevención de la mastitis hayan sido útiles para cualquier madre que está amamantando sus hijos. Recuerda que es de gran importancia llevar una rutina, escuchar a tu cuerpo, comer alimentos nutritivos y usar la cantidad correcta de pañales para bebés. Si sientes que padeces alguno de los síntomas de la mastitis, acude a tu médico de inmediato. La prevención es la mejor arma para protegerse de esta enfermedad no deseada.