Los sentimientos de ansiedad y temor a veces son inevitables para un niño, pero es imprescindible que los padres ofrezcan una orientación eficaz para ayudar a sus hijos a superar estos miedos. Si bien muchos niños experimentan sentimientos de nerviosismo, es normal experimentar miedo ante una situación inusual. Sin embargo, en algunos casos, las reacciones pueden ser extremadamente limitantes y el niño puede experimentar un miedo exagerado frente a la situación. Los sentimientos de ansiedad de los niños pueden ser tan fuertes que les impiden desempeñarse y disfrutar de sus actividades como lo hacían antes. En este artículo analizaremos cómo pueden los padres ayudar a sus hijos a vencer el miedo y a volver a un estado de confianza y seguridad.
1. ¿Qué es el Miedo y Cómo se Refleja en los Niños?
El miedo es una reacción fisiológica normal que nace en respuesta a una amenaza real o imaginaria. Hasta cierto punto, el miedo es una herramienta apropiada para la seguridad de los niños. Sin embargo, cuando el miedo está constantemente presente en la vida de un niño puede ser problemático. Algunas formas comunes en que el miedo se refleja en los niños incluye:
- Cambios en el Comportamiento: los niños pueden convertirse en rebeldes, aislarse de sus compañeros y evitar situaciones temidas.
- Cambios Físicos: en algunos casos, los niños experimentan la sensación de mareo o incluso sudores al enfrentarse con alguna situación temida.
- Dificultad para Dormir: en algunos casos, los niños experimentan pesadillas relacionadas con la situación temida.
- Falta de Atención: el miedo intenso puede bloquear la capacidad de concentración y afectar el rendimiento académico.
La expresión del miedo en los niños depende de factores como edad, temperamento, experiencia de vida y apoyo parental. Por lo tanto, algunos niños podrían mostrar una respuesta más intensa a situaciones temidas que otros. Algunas reacciones negativas y destructivas que los niños podrían experimentar incluyen llorar, enojarse o retraerse.
Existen tratamientos efectivos disponibles para la reducción del miedo. Las terapias conductuales son la forma más común de gestión del miedo en los niños. La terapia cognitivo-conductual se basa en cambiar los patrones de pensamiento negativos y aborda la parte emocional con la finalidad de reducir los sentimientos de miedo identificados en los niños.
Además de tratar los síntomas de miedo, los padres deberían promover el bienestar emocional y la seguridad general del niño. Esto puede lograrse proporcionando a los niños un entorno estable, una comunicación adecuada y la oportunidad de experimentar los resultados de sus acciones.
2. Reconociendo, Comprendiendo y Normalizando el Miedo
Es importante entender que sentir miedo es saludable y natural, ya que nos ayuda a evaluar y prevenir potenciales peligros. Pero cuando el temor se vuelve excesivo, incluso al encontrarnos con situaciones relativamente seguras, entonces el patrón no es saludable y necesita ser tratado.
Técnicas de Distracción Aceptables. Utilizar técnicas de distracción aceptables tiene el objetivo de ayudarnos a regresarnos al momento presente. Estas técnicas pueden variar personas por persona. Practicar estas técnicas de manera sencilla y fiable aumentará la tasa en la que los pensamientos miedosos desaparecerán y la tasa a la que se normalizará el nivel de miedo.
Apoyarnos en los demás para superar el miedo. Muchas veces el mejor paso para superar el miedo es permitirnos sentir el apoyo de las personas cercanas, ya sea que tomemos nuestro tiempo para leer un buen libro, asistir a una sesión de terapia, hablar con un amigo o simplemente pasear por una hermosa mañana de primavera.
Técnicas de Autoayuda para Reconocer, Comprender y Normalizar el Miedo. Estas técnicas pueden incluir la relajación muscular progresiva, practicar respiros profundos, concentrarte en un objeto sencillo, escribir un diario de emociones, conversar con un experto o realizar una terapia cognitiva conductual. Son increíblemente útiles para controlar el nivel de miedo en momentos difíciles.
3. Herramientas para Ayudar a los Niños a Afrontar el Miedo
Los niños necesitan tiempo para adaptarse. Cuando los miedos de los niños son grandes, cuesta abordarlos. Es importante ofrecerles tiempo para que los niños se adapten. El simple hecho de reconocer que los miedos forman parte de la vida no es suficiente. Está demostrado que una forma eficaz de manejar el miedo es ayudar al niño a que esté preparado para enfrentar dichas situaciones.
Los padres pueden proporcionar herramientas a sus hijos para que entiendan, manejen y controlen sus emociones, además de enseñarles cuerdas cómo abordar sus miedos. A continuación mencionamos las principales :
- Enseñar técnicas de relajación. Entre estas técnicas se encuentran respiración profunda, visualización relajante, yoga para niños, masajes suaves. Estas técnicas permiten liberar la tensión, construir confianza y habilidades de afrontamiento.
- Explicarle al niño qué es el miedo y cómo se siente. Esto les ayuda a entender que los miedos son algo natural y tienen la capacidad de afrontarlos.
- Proveer distracciones. Una forma de controlar los miedos es con la diversión. Creen juegos, realicen actividades sociales y estimulen sus intereses.
Valorar el intento. Ayudar a los niños no requiere enfrentar directamente los miedos más aterradores, sino de empezar por los menos aversivos y valorar esa pequeña victoria. A lo largo del camino hay que esforzarse por asegurarles que sus progresos son valiosos.
4. Estableciendo Estilos de Afrontamiento Saludables
La selección de estilos de afrontamiento saludables está relacionado con la habilidad de afrontamiento para satisfacer nuestras necesidades emocionales, sin generar un daño significativo a nosotros mismos o a terceros. El primer paso para establecer estilos saludables de afrontamiento es reconocer y reconocer la cantidad de recursos que poseemos para manejar nuestras reacciones emocionales, ya sean habilidades de autocontrol, habilidades de manejo de estrés o habilidades de habla y conversación.
Una vez que hayamos identificado nuestros recursos en el área de afrontamiento, es importante pasar a la práctica al implementar estas estrategias en nuestra vida. Podemos comenzar por tonificar el autocontrol, aprendiendo a esperar antes de actuar en situaciones difíciles. Es importante permitir un tiempo para ver la situación desde una perspectiva más racional y tomar la mejor decisión. Es útil recordar que practicar el autocontrol es un trabajo de largo plazo y requiere esfuerzo.
Es fundamental también aprender a manejar el estrés. Esto implica saber cómo relajarse y desconectar durante los periodos de pico de estrés, además de aprender a identificar y atender a los problemas a tiempo para evitar desbordamientos y estados excesivamente estresados. Para este propósito, hay muchas herramientas útiles, como ejercicios de respiración profunda, técnicas de meditación y actividades de relajación como el yoga.
Por último, desarrollar habilidades de comunicación y conversación es clave para poder expresar nuestros sentimientos y hacernos cargo de nuestras necesidades. Esto puede ser aplicado de dos maneras: dentro de nosotros mismos, para practicar el diálogo interno, y con los demás, para poder hablar abiertamente sobre nuestras emociones. Esto nos ayudará a entender mejor cómo abordar nuestra vida y nuestros problemas desde una perspectiva de autocuidado.
5. Hablando con los Niños Acerca de sus Miedos
Involucrar a los Niños: El primer paso hacia el abordaje de los miedos de los niños es la comunicación. Por lo tanto, es imperativo obtener un entendimiento profundo de la naturaleza de los miedos que pueden experimentar. Para esto, es necesario que padres y proveedores cuenten con herramientas comunicativas confiables y eficaces. Estas herramientas pueden ser platicas activas, preguntas directas y niveles de intimidad apropiados.
Reconocer el Miedo: El siguiente paso es reconocer los miedos expresados por los niños. Esto puede parecer obvio, pero no siempre es fácil descifrarlo. Los padres y los proveedores deben tratar cada caso por separado y estar preparados para clasificar el tipo de miedo: miedos específicos, miedos generalizados, miedos infundados, entre otros. Esto es esencial para establecer el tipo de tratamiento que está más indicado en cada caso.
Comprensión del Problema:Una vez que se entiende el tipo de miedos que está experimentando el niño, es necesario abordarlos de forma adecuada. Esto significa ofrecer explicaciones concisas o retrasar impulsos inmediatos, según sea el caso. La comprensión del miedo por parte de los padres o proveedores es un elemento esencial para ofrecer una solución real. Explicar la naturaleza de los miedos y los motivos que los desencadenan también es una herramienta útil para ayudar a los niños a entender y superar sus temores.
Encontrar una Solución: Una vez que un padre o proveedor ha comprendido los miedos del niño, es su tarea encontrar una solución. Esto puede significar preparar un plan de acción para la solución de problemas y ayudar al niño a adoptar la actitud correcta para enfrentar los miedos. Alternativamente, puede incentivar al niño a buscar soluciones por sí mismo. El apoyo constante y el aliento son esenciales para motivar al niño a superar sus temores.
6. Utilizando Tecnicas de Relajación para Combatir el Miedo
1. Entiende el miedo y sus causas
Es importante entender el miedo y sus causas antes de comenzar a trabajar con el. El miedo es el mecanismo de supervivencia de la naturaleza, nos ayudando a detectar y responder a posibles peligros. Esta reacción intensa es necesaria para mantener nuestra salud y seguridad. Por lo tanto, es importante saber reconocer y abordar esta emoción en nosotros mismos lo antes posible.
Al identificar los orígenes de nuestro miedo podemos adoptar estrategias eficaces para solucionar nuestros problemas. Por ejemplo, si el miedo proviene del hecho de que no piensas poder tomar una buena decisión, podemos centrar nuestras estrategias en aprender mejor sobre el tema para aumentar nuestra confianza.
2. Utiliza la respiración diafragmática para relajarte
La respiración diafragmática es una técnica de relajación muy efectiva para combatir el miedo. Esta técnica es una manera simple de calmar la mente y el cuerpo, reduciendo la ansiedad y tensiones asociadas con el miedo. Al respirar profundamente podemos llenar nuestros pulmones con aire, lo que nos permite sentirnos más serenos y tranquilos.
Es importante también conocer los procedimientos básicos de la técnica: primero, sentarse o acostarse en una posición cómoda; segundo, concentrarse profundamente en la inhalación y exhalación de aire; y tercero, al inspirar, suavemente expanda el abdomen y al exhalar se contraiga ligeramente. Repitir este procedimiento de respiración durante unos minutos hasta que los músculos se relajen.
3. Practica técnicas de mindfulness para calmar el miedo
La Mindfulness es una técnica que se ha popularizado recientemente para abordar el miedo. Esta práctica ayuda a la gente a concentrarse en el momento presente dando un enfoque consciente a la experiencia vivida. Cualquier pensamiento o sensación que se experimenta se acepta sin juicio, lo que reduce la ansiedad y el estrés asociado al miedo.
Para practicar mindfulness, encuentra un ambiente tranquilo. Intenta sentarte y permanecer en silencio por un momento y pregúntate qué es lo que sientes en este momento. Nota tus sensaciones sin juzgar o apresurar tu experiencia. Presta atención a la respiración consciente, esto ayudará a calmar los miedos.
4. Toma tiempo para una actividad relajante
Pasando tiempo en actividades relajantes como la meditación, la lectura, el yoga o el baile pueden ayudar en gran medida a controlar el miedo. Estas actividades nos permiten salir del ciclo automático de pensamientos negativos y permiten prestar una atención consciente a nuestro presente. Al hacerlo, podemos recuperar el control de nuestras emociones y soltar el miedo.
Es importante también tomar tiempo para disfrutar de las actividades como pasar tiempo con amigos o respirar aire fresco. Esto nos ayuda a recordar que somos parte de una comunidad mucho más grande y nos permite relajar el cuerpo y la mente.
7. Reforzando la Confianza y el Autoconcepto
Mantén tu autoestima elevada. A veces la vida y los problemas nos abruman y nuestro autoconcepto lo sufre. La clave para reforzar la confianza es mantener tu autoestima elevada a través de la práctica de la autoaceptación. Esto significa que cada vez que tengas pensamientos negativos sobre ti mismo, debes ser honesto contigo mismo y recordar todas las cosas que te hacen especial. Puedes practicar ejercicios de auto-reconocimiento, aceptando los errores, apoyando tus logros, y estableciendo metas realistas para el futuro.
Termina con hábitos destructivos. Las hábitos destructivos como la auto-victimización, elogiarse a todas horas, o la crítica excesiva son comportamientos que hacen que nuestros niveles de confianza disminuyan. Nuestra confianza viene del autoaprecio y valoración. Para reforzarla, debemos trabajar en la mejora de nuestro auto-concepto, eliminando hábitos destructivos, como el autoboicot, aceptando nuestras cualidades, y controlando los pensamientos negativos.
Aleja de personas tóxicas. Si estás rodeado de personas críticas, que te hacen sentir mal contigo mismo, debes alejarte de ellos. Esto no significa que ignores a aquellos que te quieren, sólo que debes limitar la exposición a aquellos que no resuelvan tus problemas y emitan juicios negativos sobre ti. Lo mejor que puedes hacer es estar rodeado de personas positivas que te aporten valor a tu vida.
Toma acciones que te lleven a la acción. Es importante que tomes acciones todos los días para aumentar tus niveles de confianza. Por ejemplo, inscríbete en un curso, busca nuevas oportunidades, o tomate tiempo para hacer actividades que disfrutes. Al asumir el control de tu situación, tu nivel de confianza y autoconcepto se verán reforzados y te sentirás mejor contigo mismo.
8. Poniendo en Práctica los Aprendizajes: Actitud Empoderadora ante el Miedo
¿Cómo vencer el miedo? El miedo es parte de nuestra vida y su presencia en nuestro día a día puede ser paralizante si no somos capaces de manejarlo de una forma adecuada. Para afrontar el miedo de una manera eficaz es importante primero conocerlo y reconocerlo, para poder abrirnos a nosotros mismos y sentirnos empoderados. A continuación se explican 4 pasos para vencer el miedo con una actitud empoderadora.
- Identifica el miedo: ¿Cuáles son exactamente tus miedos? Pueden ser muchos: a hablar en público, a los cambios, al fracaso, a la soledad. Escribe una lista con todos tus miedos, la vista escrita te ayudará a conocerlos mejor.
- Acepta el miedo: Todos tenemos miedo, y otorgarle el espacio y la aceptación necesarios para poder entenderlo y sanarlo es el primer paso para vencerlo. Cuando no aceptamos lo que sentimos, el miedo encontrará una manera de volver con más fuerza.
- Explora el miedo: Una vez reconocido el miedo, explora la fuente de este. Por qué tenemos miedo a lo desconocido, por qué sentimos miedo a fracasar, en qué momentos es peor. El tiempo dedicado a profundizar en el miedo hará que empecemos a conocerlo mejor y es un paso importante para entrenarlo y manejarlo de una mejor forma.
- Actúa con aceptación y valentía: Ya conocida su fuente, puedes encontrar formas de actuar con la imparable aceptación y valentía que va a permitirte afrontar adecuadamente esa situación, encontrando una manera de actuar que te ayude a tomar el control de tus miedos. Tomar decisiones que te salgan de dentro para sentirte empoderada.
Estos 4 pasos que se describen son una guía práctica para poner en marcha un proceso de cambio con el fin de tomar el control de tu miedo. Ser conscientes y no negar la presencia del miedo en tu interior, así como aceptarlo, será clave para transformar esos sentimientos de inseguridad en actitudes empoderadoras ante la vida.
Para sentirnos empoderados ante el miedo, el primer paso es el reconocimiento. Comprender el miedo, notarlo, aceptarlo y enfrentarlo con nuestro lado más valiente nos llevará a reducir considerablemente su presencia en nuestro día a día.
Esperamos que esta guía ayude a los padres a apoyar a sus hijos y ayudarles a sacar ventaja de su divertida infancia sin preocupaciones. Apoye a sus hijos con el cariño y la paciencia adecuada para que su crecimiento sea constante y saludable. Si los padres aprenden a identificar y afrontar la ansiedad de sus hijos, pueden ayudarles a crecer libres de miedos.