La práctica del outsourcing informático cada día está más generalizada en las PYMES de nuestro país.
Para quien todavía no haya oído hablar de él, el outsourcing o externalización consiste en delegar procesos de la empresa, que no están directamente relacionados con la actividad principal de la misma, a un tercero. Con ello se consigue no sólo reducir costes sino aumentar la capacidad de concentración en el objetivo principal que tenga la empresa.
Una de las principales ventajas de externalizar el departamento informático a otra empresa, es que ésta empresa estará especializada en el proceso. En consecuencia, el nivel de calidad de los servicios informáticos que presta será muy alto, lo que a su vez repercutirá en nuestro negocio de una manera positiva.
Entre los beneficios principales con los que cuenta el outsourcing estarían:
- Posibilidad de acceder a una tecnología punta a cambio de una inversión razonable.
- Ahorro de tiempo ya que la asistencia informática contará con un experto siempre disponible.
- Lo que antes suponía un gasto fijo para la empresa, pasa a ser un gasto variable.
En resumen, el outsourcing supone una buena opción para optimizar el trabajo sin tener que crear un nuevo departamento, ayudando además a la empresa a despuntar sus punto fuertes frente al resto de la competencia.