En cuanto a ropa de trabajo de tipo de protección o seguridad laboral cabe destacar como prendas de ropa más evolucionadas el calzado laboral. Esto se debe a que los pies y los dedos son las partes más expuestas en la mayoría de trabajos. Es muy factible recibir todo tipo de impactos cuando se está trabajando en los pies, por ejemplo al mover mercancía en un almacén, al resbalar, al andar sobre cristales, clavos, líquidos abrasivos, en fin multitud de situaciones de riesgo posibles en trabajos con poco alcance de accidentes o con gran alcance de accidentes. Para ello el calzado de seguridad se debe de hacer con planta rugosa para evitar resbalones en terrenos deslizantes por agua u otros líquidos, debe de ser cómodo para evitar daños en los pies y evitar caídas o esguinces. El material con el que debe de estar fabricado debe de ser resistente a ataques de todo tipo, como químicos por aceites u otros tóxicos, resistente térmico bien al frio o al calor, y resistentes a todo tipo de impacto.
El calzado de seguridad está fabricado específicamente para recibir impactos de varios tipos, bien el de una caída, el talón deberá de amortiguar parte del impacto para evitar males mayores en tobillo, rodilla, cadera o espalda. Podemos recibir impactos externos como pisar un cristal o un clavo, en este caso la plantilla de acero en el talón evitara que este agente externo produzca daños en el talón del trabajador. Y en caso de recibir el impacto de una caja, una viga o incluso la rueda de un coche, por encima de nuestro pie, en la parte superior del zapato de seguridad incorpora una bola de acero capaz de resistir el fatídico impacto según la labor desempeñada.
La fabricación de los zapatos de seguridad permite unos estándares de seguridad muy altos pues su fabricación depende del cumplimiento de normas de seguridad tanto a nivel nacional como Europeo. De este modo cada zapato de protección nos debe de indicar su talla, el fabricante, el modelo, la fecha de fabricación del mismo y la norma a la que hace referencia.